martes, 9 de febrero de 2010

FRIEDRICH HöLDERLIN








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tránsitos del día de su muerte

Poeta Rómantico, considerado como uno de los más grandes poetas líricos
alemanes,siempre fascinado con la antigua Grecia.Su salud mental comenzó a deteriorarse y los últimos 36 años de su vida,transcurrieron primero en una clínica en Tubinga y luego en una casa a cargo de un ebanista. Alejado de sus amigos, , encerrándose en sí mismo, sufriendo alteraciones profundas de las facultades mentales, agitación motríz, caminando horas sin rumbo,escasa orientación espacio-temporal,frecuentes accesos de ira y una incontenible e ininteligible, verborragia. Probablemente indicativos de una esquizofrenia catatónica. enfermedad incurable

http://www.heideggeriana.com.ar/textos/el_poema.htm


http://www.poeticas.com.ar/directorio/Poetas_miembros/Friedrich_Holderlin.html


poema
''La ola del corazón no se cubriría
de la más hermosa espuma, ni se
haría toda espíritu, si la roca impasible
del destino no se opusiera a su paso''
Hölderlin

Y cuando le dice a Diótima
"Y otra vez entre tu y yo
aquél amor de antes brillará
como en rosada aurora"
Hölderlin

http://es.wikipedia.org/wiki/Friedrich_H%C3%B6lderlin
Johann Christian Friedrich Hölderlin ['jo:han 'kʁɪstjan 'fʁi:dʁɪç 'hœldɐlɪn] (20 de marzo de 17707 de junio de 1843) fue un poeta lírico alemán. Su poesía acoge la tradición clásica y la funde con el nuevo romanticismo.

Hölderlin nació en Lauffen am Neckar (Wurttemberg) en el seno de una familia burguesa. Al morir su padre, administrador del seminario protestante de Lauffen, cuando él tenía dos años, su madre casó en segundas nupcias con Johann Christoph Gock, consejero municipal de Nürtingen, donde Hölderlin se crió junto con su hermana y su hermanastro.

Su padrastro murió cuando Hölderlin tenía nueve años y de sus seis hermanos sólo dos sobrevirían a su infancia: su hermana Rike, mayor que él, y Karl, seis años menor.

En 1784 ingresó en un colegio preparatorio para el seminario, en Denkendorf, y en 1788 entró como becario para estudiar Teología en el Tübinger Stift (seminario de la Iglesia Protestante en la ciudad de Tübingen, provincia de Württemberg), donde fue amigo y compañero de cuarto de los futuros filósofos Georg Wilhelm Friedrich Hegel y Friedrich Schelling. Se influenciaron mutuamente, y ha sido especulado, que fue probablemente Hölderlin el que presentó a Hegel las ideas de Heráclito acerca de la unión de los contrarios, que el filósofo desarrollaría en su concepto de la dialéctica.

Estudió también literatura y filosofía clásicas, tradujo al alemán algunas tragedias griegas y escribió poesía. Muy influido por Platón y por la mitología y cultura helénicas, se apartó sensiblemente de la fe protestante.

En 1793 salió del seminario provisto de la licencia que le permitía ejercer el ministerio evangélico, pero decidió no dedicarse a su carrera, sino emplearse como preceptor. Durante los años siguientes, se dedicó a educar hijos de nobles y de comerciantes ricos.

Schiller le proporcionó una plaza para ocuparse del hijo de Charlotte von Kalb, en Waltershausen, aunque pronto abandonó su puesto, dada la limitada influencia que ejercía sobre su alumno. Se instaló luego en Jena, uno de los principales centros intelectuales del país. Asistió a clases impartidas por Fichte, y Schiller le publicó un fragmento del Hiperión en su revista Thalia.

Falto de recursos, volvió a Nürtingen en 1795 y en 1796 trabajó en casa de Jakob Gontard, comerciante de Fráncfort del Meno y se enamoró de Susette, la mujer de este. A ella le dedicó varios escritos, entre ellos Hiperión, refiriéndose a ella con el nombre de Diotima. A pesar de su trabajo y de los viajes que debió efectuar con la familia Gontard a causa de la guerra, fue una época de intensa actividad literaria, y en 1799 finalizó la novela epistolar Hiperión, o el eremita en Grecia.

Tübingen, Neckar, Hölderlinturm.

En septiembre de 1798 tuvo que abandonar la casa de los Gontard, después de vivir una penosa escena con el marido de Susette, con quien mantendría la relación durante casi dos años de forma clandestina. Se entrevistó varias veces en secreto con ella, hasta que se trasladó a Hamburgo, por consejo de su amigo, Isaak von Sinclair, diplomático del condado.

Emprendió entonces su tragedia La muerte de Empédocles e intentó lanzar una revista intelectual y literaria, que fracasó. En 1800 fue invitado a Stuttgart, donde tuvo tiempo para dedicarse a la poesía y traducir a Píndaro, que ejercería una gran influencia sobre sus himnos. A finales del año aceptó otro puesto como preceptor en Hauptwil, Suiza.

Se ignora por qué razones abandonó su trabajo, en abril de 1801, y volvió con su madre, a Nütingen. Según se desprende de una carta de marzo de 1801 a su amigo Christian Landauer, Hölderlin era cada vez más consciente de sus problemas mentales, que ya desde su época de estudiante se le habían presentado en forma de depresiones. En invierno de ese año tuvo una fuerte crisis.

Hasta enero de 1802, cuando obtuvo un cargo en casa del cónsul de Hamburgo en Burdeos, trabajó ininterrumpidamente en su obra poética. Al aparecer los primeros síntomas de su enfermedad mental, en abril abandonó una vez más su puesto. Sinclair le comunicó por carta la muerte de Susette Gontard, el 22 de junio de 1803, en Fráncfort del Meno.

Tras un período de gran violencia, su trastorno mental pareció remitir. Sinclair lo llevó de viaje a Ratisbona y Ulm y, a la vuelta, escribió El único y Patmos, dos de sus obras maestras. Por influencia de su amigo Sinclair, en 1804 obtuvo la plaza de bibliotecario de la corte, en el palacio del landgrave de los Homburg.

Como sus crisis mentales se hicieron cada vez más frecuentes (profería maldiciones como un poseso y andaba sin rumbo mientras hablaba consigo mismo), en 1806 Sinclair decidió deshacerse de él internándolo en una clínica psiquiátrica de Tubinga. Tras cuatro días de viaje, fue recibido por Ferdinand Autenrieth (1772-1835), el responsable médico de la clínica, que había alcanzado fama desde su apertura por los nuevos métodos terapéuticos empleados.

Hölderlin ingresó en la clínica el 14 ó 15 de septiembre de 1806 y estuvo internado 231 días. Sus síntomas eran una gran agitación motora, largos paseos sin rumbo, escasa orientación espacio-temporal, frecuentes accesos de ira y, sobre todo, una incontrolable e ininteligible verborrea (probablemente, indicativos de una esquizofrenia catatónica).

Tras ser declarado enfermo incurable, en mayo de 1807 fue puesto al cuidado de un ebanista de la misma ciudad, entusiasta de la lectura del Hiperión, quien lo acogió en su casa, haciéndose cargo de los gastos de manutención la madre del poeta. Allí permaneció hasta su muerte, en unas condiciones de locura pacífica que se prolongaron durante treinta y seis años.



http://dreamers.com/cisne/textos/holderlin.html


J. C. Friedrich Hölderlin (1770-1843)está considerado el más gran poeta del Romanticismo alemán.Entusiasta de los valores de la Revolución Francesa, como sus compañerosde seminario Hegel y Schelling, traducor de Sófocles y Píndaro,fue autor, además de la producción poética, de ensayosy obras clave de la literatura europea (Hiperión, La muerte deEmpédocles). Después de vagar sin rumbo como preceptorde familias ricas, vivió los últimos 37 años de suvida aquejado de una oscura locura, en la casa de un carpintero a orillasdel Neckar, "tocado por Apolo" y entre los dioses.Olvidado en vida y durantelargo tiempo tras su muerte, ha marcado de manera determinante la obrade filósofos y de poetas como el propio Luis Cernuda.



EL JOVEN A SUS JUICIOSOS CONSEJEROS


Pretendéis que me apacigüe? ¿Que domine
este amor ardiente y gozoso, este impulso
hacia la verdad suprema? ¿Que cante
mi canto del cisne al borde del sepulcro
donde os complacéis en encerrarnos vivos?
¡Perdonadme!, mas no obstante el poderoso impulso que lo arrastra
el oleaje surgente de la vida
hierve impaciente en su angosto lecho
hasta el día en que descansar en su mar natal.

La viña desdeña los frescos valles,
los afortunados jardines de la Hesperia
sólo dan frutos de oro bajo el ardor del relámpago
que penetra como flecha el corazón de la tierra.
¿Por qué moderar el fuego de mi alma
que se abrasa bajo el yugo de esta edad de bronce?
¿Por qué, débiles corazones, querer sacarme
mi elemento de fuego, a mí que sólo puedo vivir en elcombate?

La vida no está dedicada a la muerte,
ni al letargo el dios que nos inflama.
El sublime genio que nos llega del Éter
no nació para el yugo.
Baja hacia nosotros, se sumerge, se baña
en el torrente del siglo; y dichosa, la náyade
arrastra por un momento al nadador,
que muy pronto se sumerge, su cabeza ceñida de luces.

¡Renunciad al placer de rebajar lo grande!
¡No habléis de vuestra felicidad!
¡No plantéis el cedro en vuestros potes de arcilla!
¡No toméis al Espíritu por vuestro siervo!
¡No intentéis detener los corceles del sol
y dejad que las estrellas prosigan su trayecto!
¡Y a mí, no me aconsejéis que me someta,
no pretendáis que sirva a los esclavos!

Y si no podéis soportar la hermosura,
hacedle una guerra abierta, eficaz.
Antaño se clavaba en la cruz al inspirado,
hoy lo asesinan con juiciosos e insinuantes consejos.
¡Cuántos habéis logrado someter
al imperio de la necesidad! ¡Cuántas veces
retuvisteis al arriesgado juerguista en la playa
cuando iba a embarcarse lleno de esperanza
para las iluminadas orillas del Oriente!

Es inútil: esta época estéril no me retendrá.
Mi siglo es para mí un azote.
Yo aspiro a los campos verdes de la vida
y al cielo del entusiasmo.
Enterrad, oh muertos, a vuestros muertos,
celebrad la labor del hombre, e insultadme.
Pero en mí madura, tal como mi corazón lo quiere,
la bella, la vida Naturaleza.

http://www.hoelderlin-gesellschaft.de/index.php?id=2&L=3

Hölderlin - Scardanelli

fragmento

Friedrich Hölderlin

«Yo, señor mío, ya no tengo el mismo nombre»; negará su nombre civil ante un tal Waiblinger, y haciendo una reverencia le dirá llamarse `Kallalusimeno`, `Buonarotti`, `Scardanelli`. En 1807, a la edad de 37 años, lo toma bajo su tutela la familia Zimmer. En la casa a orillas del Neckar vivirá durante 36 años. Sólo unos pocos contemporáneos le reconocieron como el `poeta más grande`, y sin embargo el dictum del poeta desconocido, postergado, olvidado se convirtió en un modelo para todo el siglo XIX. La prognosis de Karoline von Woltmann -1843- había de cumplirse: «Hölderlin ascenderá al firmamento literario [...], cuando Alemania pueda soportar poetas de su grandiosidad conceptual y su sencillez expresiva». Nos estaba reservado a nuestro siglo.

Con el descubrimiento por Norbert von Hellingrath de la obra tardía de Hölderlin, se abre en 1910 una época que marca una brecha en la recepción de Hölderlin, a la cual se unen los nombres de Stefan George y Karl Wolfskehl. El cuarto volumen de la edición histórico-crítica de Hellingrath contiene el núcleo esencial, «corazón, núcleo y cima de la obra hölderliniana, el auténtico legado» -odas, elegías, himnos, fragmentos y las versiones de Píndaro y de Sófocles. Dentro hay reunidos alrededor de un millar y medio de versos desconocidos hasta entonces, versos que estaban lastrados con la mácula de la morbidez.

Para el año nuevo de 1799 Hölderlin expone a su hermano en una carta su concepción poética. Cómo filosofía, política y poesía podrían ir unidas es el pensamiento central, y qué tarea especial le corresponde a la poesía: No debe ser «practicada» como un juego, que sólo procura distracción.

Donde ella existe en su verdadera naturaleza, en la más íntima armonía, allí puede recogerse el ser humano junto a ella y ella le da paz, no una paz vacía, sino viva, «en la que todas las fuerzas están en movimiento». Así acerca a los seres humanos entre sí y los une. De cómo lograr que esa unión sea cada vez más libre y más íntima, tanto en la representación gráfica como en el mundo real, es de lo que trata Hölderlin. No es pequeña la exigencia de que sea la poesía la que provoque «una revolución de los modos de pensamiento y de representación», el «regreso a la patria». Hölderlin mantuvo un diálogo muy intenso con su tiempo; apenas un par de amigos lo escucharon

2 comentarios:

PACO dijo...

Fuente de la documentacion
sonrisa me mi aliento
eres amable y risueña
por tan nobles sentimientos.
Tus entradas me fascinan
son sintomas de sabiduria
todo lo que gira a tu alrededor
claman con los dias.
Amable, amiga
todo en ti me cautiva
tus bellos comentarios
son mis alegrias.

Besos.

isthar dijo...

Querido Paco, eres un poeta, preciosas palabras llenas de sensibilidad, pero creo que no me las merezco. Gracias y mil bendiciones para ti amigo.
Un gran abrazo Isthar