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natal y tránsitos del día de su muerte
Lucrèce BORGIA,
born April 18, 1480 at 12:30 in Subiaco (Italie)
wikipedia
Lucrecia Borgia (en valenciano Lucrècia Borja, en latín Lucretia Borgia, en italiano Lucrezia Borgia) (18 de abril de 1480 - 24 de junio de 1519) fue la hija de Rodrigo Borgia, el poderoso renacentista valenciano que más tarde se convertiría en el Papa Alejandro VI, y de Vannozza Cattanei. Uno de sus hermanos fue el notorio déspota César Borgia. Más adelante la familia de Lucrecia representó como ninguna las impopulares políticas del maquiavelismo y la corrupción sexual comúnmente asociadas a los papados renacentistas.
No se conoce ningún retrato auténtico de Lucrecia, aunque una serie de pinturas, como el fresco de Pinturicchio o los retratos de Bartolommeo Veneto (ver uno de ellos en la ilustración), se cree que la usaron de modelo. A menudo estas imágenes no son más que una parte del mito de Lucrecia.
Demasiado poco se conoce de Lucrecia para tener la certeza sobre la veracidad de las historias que le atribuyen una participación activa en los crímenes de su padre y de su hermano. Su padre o su hermano con seguridad le concertaron una serie de casamientos con hombres importantes o poderosos de la época, siempre con las ambiciones políticas de la familia en mente. Lucrecia se desposó con Giovanni Sforza (Señor de Pésaro), Alfonso de Aragón (Duque de Bisceglie), y con Alfonso d'Este (Príncipe de Ferrara). Los rumores sobre Alfonso de Aragón hablaban de que era un hijo ilegítimo del Rey de Nápoles y de que César Borgia pudo haberlo asesinado cuando su valor político empezó a eclipsarse.
Boda con Giovanni Sforza
Después de que Rodrigo Borgia fuera elegido papa, en 1493 casó a Lucrecia con Giovanni Sforza con el fin de obtener una poderosa alianza con esta familia milanesa. La boda fue todo un escándalo, pero no mucho más que otras extravagantes celebraciones del Renacimiento.
Al poco tiempo, la familia Borgia no tenía necesidad alguna de los Sforza, y la presencia de Giovanni Sforza en la corte papal era innecesaria. El Papa necesitaba otras alianzas mucho más ventajosas, motivo por el que posiblemente ordenó su asesinato. El hermano de Lucrecia, César, le informó de esto a su hermana, y ella advirtió a su marido quien huyó de Roma. Es muy posible que el Papa Alejandro jamás ordenara este asesinato y no fue más que un complot realizado por César y Lucrecia con el fin de alejar de la Corte a un marido aburrido. Fuera como fuese, al Papa Alejandro y a César les agradó la posibilidad de poder concertar otra boda para Lucrecia, pero antes de ello, tenían que librarse de Giovanni.
Alejandro pidió al tío de Giovanni, cardenal Ascanio Sforza, que persuadiese a Giovanni para que se anulara el matrimonio. Giovanni se negó y además acusó a Lucrecia de incesto con su padre y con su hermano. Dado que el matrimonio no había sido consumado, el Papa dijo que era un matrimonio no válido y ofreció a Giovanni la dote de Lucrecia si mostraba su acuerdo con la anulación. La familia Sforza amenazó a Giovanni con retirarle su protección si rehusaba la oferta de Alejandro. Al no tener otra elección, Giovanni Sforza, firmó ante testigos una confesión en al que admitía ser impotente, lo que equivalía a consentir la anulación de la boda.
Una posible relación con Perotto
Después de que Rodrigo fuera elegido papa, se inicia la fase de la vida de Lucrecia Borgia que más pábulo ha dado a su leyenda negra posterior, los hechos son los siguientes:
Mientras se llevaba a cabo la separación de Giovanni Sforza, Lucrecia estuvo recluida en un monasterio y su única relación con el exterior era mediante mensajes que le enviaba su padre por medio de un tal “Perotto”. Justo antes de la boda con su siguiente marido, Alfonso de Aragón, a los 17 años de edad, habría dado a luz a un niño, Giovanni, al que los historiadores llamaron “el infante romano”.
El Papa Alejandro VI, en 1501 emitió dos bulas: en la primera reconoció al niño como hijo de César y en la segunda, que se mantuvo secreta durante años, lo reconoció como hijo de él mismo. Las bulas no mencionan a Lucrecia, aunque, al poco tiempo, Perotto dijo que el hijo era de él con la relación que había mantenido con Lucrecia.
Al poco tiempo, en 1502, César, en apoyo de esta paternidad, nombró Duque de Camerino al niño. Camerino era una de las conquistas de César, de aquí que heredara este ducado el hijo mayor del Duque de Romagna. Sin embargo, al poco de la muerte de Alejandro VI, Giovanni fue a vivir con Lucrecia en Ferrara, donde se le reconoció como hermanastro.
Hasta aquí los hechos, mientras que las interpretaciones son mucho más variadas. La creencia más difundida es que el niño, hijo de Lucrecia, era el fruto de su incestuosa relación con César, y que Perotto, dada la debilidad que sentía por ella, dijo que el niño era suyo. Durante el embarazo, Lucrecia estuvo, como se ha dicho, encerrada en un convento lejos de Roma, de modo que en realidad, nada se pudo saber sobre su estado. Según esta teoría, Lucrecia estaba muy preocupada por la posibilidad que se supiera que estaba embarazada y que esta noticia llegara a Roma, ya que entonces todos sabrían que era hijo de su hermano César. César en esa época era cardenal de la Santa Iglesia, y -si hubiera tenido una relación ilícita con su hermana mientras ella estaba casada con Giovanni- habría sido muy difícil ocultarlo, especialmente a su padre, el Papa.
De cualquier modo la leyenda del incesto o incestos tanto con su hermano como con su padre, en gran medida surge de esta época, y como se observa nada se puede asegurar.
Otras bodas
Segunda boda
En el primer encuentro que hubo entre Alfonso de Aragón y César Borgia, antes de la boda con aquél, Cesar quedó muy bien impresionado por él y su aspecto, además la boda con él suponía una alianza muy beneficiosa para los Borgia.
Con el tiempo dicha alianza se volvió políticamente adversa, entre otros motivos por las intrigas maquiavélicas de los Borgia. César manda matar a Alfonso, quien fue atacado una noche de julio de 1500 quedando herido. En venganza los hombres de Alfonso disparan a Cesar con sus arcos cuando caminaba por el jardín. César nuevamente jura venganza. Lucrecia sabedora de esto, no se separa día y noche del lecho de Alfonso hasta que, engañada por su hermano, sale del cuarto, lo que sirve a un hombre de confianza de Cesar para asesinar a Alfonso. El matrimonio tuvo un niño, Rodrigo, que moriría en 1512, antes que su madre, con 13 años de edad.
Por supuesto la leyenda negra va por otro lado, acusando igualmente a César del asesinato, pero por celos. Con la boda, Lucrecia habría dejado de prestar atención a su hermano. Para colmo, César tuvo un rebrote de sífilis del que le quedaron muchas cicatrices en la cara una vez se recobró. Estas cicatrices lo acomplejaron mucho y comenzó a llevar máscaras y a vestir de negro. Este aspecto hizo que aún odiara más a Alfonso de Aragón, quien era muy atractivo de modo que en una visita que les hizo en Roma, los hombres de César Borgia le atacaron y sucedieron los hechos mencionados.
Tercera boda
Al año de la muerte de Alfonso, Lucrecia pasa a ser la administradora de la Iglesia y del Vaticano, lo que fue muy criticado dada su juventud e inexperiencia. Además, para entonces, su fama no podía ser peor y cuando se piensa en casarla nuevamente con un vástago de la familia d'Este, duques de Ferrara, de nombre Alfonso igualmente, la familia muestra su más clara negativa. No obstante, los Borgia insisten y, con su dinero y poder, obtienen finalmente su consentimiento.
Lucrecia parte para Ferrara, donde en 1505, tras la muerte de Ercole (Hércules) d’Este, padre de Alfonso d’Este, pasa a ser duquesa de Ferrara. Durante su estancia en la ciudad se descubre como amante de las artes, tiene una relación platónica con el poeta il Bembo y cuida a sus hijos abnegadamente. Lucrecia intentó llevar a la Corte de Ferrara al hijo que tuvo con Alfonso de Aragón, pero su marido se niega, teniendo que vivir con Isabel de Aragón. Con ella moriría en 1512, muerte que entristece enormemente a Lucrecia, que durante un tiempo se recluirá en un convento.
En 1519 y tras el parto de su quinto hijo muere de fiebre puerperal a los 39 años, habiendo sido la digna esposa del Duque de Ferrara. Sus contemporáneos vieron en ella a una mujer culta, inteligente y bella, amante del arte, aunque utilizada por sus ambiciosos padre y hermano, en un medio adverso mucho más crítico con las mujeres que con los hombres, deduciéndose de todo ello que la mayor parte de la leyenda negra es falsa. Como todos los Borgia conservó a lo largo de toda su vida el uso del valenciano con sus familiares. Recordemos que Alfonso de Borja, el primer Borgia y futuro papa Calixto III, tío abuelo de Lucrecia, había nacido en la Torreta de Canals, cerca de Játiva, en 1378, y su padre Rodrigo en la misma Játiva, la noche de fin de año de 1431-1432.
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